La cirugía de aumento de mama, también conocida como mamoplastia de aumento, es una de las cirugías estéticas corporales más habituales. Con esta intervención se consigue incrementar el volumen del pecho, así como corregir asimetrías o mejorar la forma de los senos después de una pérdida considerable de peso o tras el embarazo. Los avances tecnológicos y las nuevas técnicas de intervención han permitido reducir al máximo las molestias y el tiempo de recuperación tras la operación.
La innovación tecnológica también ha favorecido la evolución de las prótesis de mama y su colocación. Hoy en día se utilizan prótesis de gel de silicona de última generación, que tienen múltiples ventajas para las pacientes.
¿Por qué utilizar prótesis de gel de silicona?
Hoy en día, las prótesis de gel de silicona son el producto sanitario más avanzado y seguro que existe para las mamoplastias de aumento, ya que facilitan la colocación del implante, disminuyen las complicaciones y mejoran la naturalidad y el aspecto de las mamas. Son las prótesis más utilizadas y las que dan mejores resultados, gracias a las cualidades del gel de silicona. Una de ellas es que es altamente cohesivo, es decir, las moléculas que lo forman presentan una mayor unión y lo convierten en un material mucho más denso y viscoso. Así, en caso de una posible rotura, el gel no se dispersa entre los tejidos mamarios y sería mucho más fácil retirar el implante.
El gel de silicona también presenta un comportamiento viscoelástico, con el que se consigue mantener la forma deseada. Las prótesis de mama de gel de silicona tienen una superficie externa nanotexturizada, con la que se consigue minimizar la rugosidad de los implantes, la inflamación de la mama y el daño al tejido circundante.
La colocación de las prótesis de mama también ha avanzado considerablemente. En la actualidad, la técnica más utilizada por los cirujanos estéticos es la colocación subfascial, es decir, por debajo de la fascia del músculo pectoral. La fascia es una especie de envoltura fibrosa muy delgada que cubre la superficie de todos los músculos del cuerpo. Así, con la implantación subfascial se evita cortar, abrir o despegar el músculo. De esta manera, las molestias de la intervención sólo duran un par de días y pueden aliviarse con analgésicos comunes. Además, la paciente no pierde ni fuerza ni movilidad y puede recuperar su ritmo laboral, familiar, social y personal con mayor rapidez.
El Dr. José Luis Martínez Rivas y su equipo establecen desde la primera visita una relación directa y personalizada con los pacientes. Evalúan y valoran cada caso, asesoran a los pacientes de los procedimientos quirúrgicos más adecuados y hacen un seguimiento individualizado después de cada intervención. Si estás pensando en realizarte una mamoplastia de aumento, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.